Por: Luz Palomino
Como lo hemos mencionado en otros escritos, los avances tecnológicos han ampliado el espectro de las formas a través de las cuales la sociedad accede a la información y, por lo tanto, ha cambiado también los procesos de aprendizaje, con un impacto directo -no siempre asumido- en las dinámicas escolares.
Si bien esta hibridación tecnología-aprendizaje se expresa de manera objetiva en las instituciones escolares donde asisten docentes y estudiantes de clase media, clase media alta y ricos, expresándose como déficit en las escuelas y universidades donde asisten l@s hij@s de la clase trabajadora, es innegable que la aceleración de la innovación muestra una tendencia educativa irreversible, más allá de los flujos y reflujos de su instauración, propios de las diputas económicas entre empresas del área tecnológica y de estas con las corporaciones hegemónicas en el modelo educativo analógico.
Las pizarras interactivas, las tabletas, las plataformas de aprendizaje en línea y las aplicaciones educativas han ampliado el horizonte de posibilidades para las dinámicas de enseñanza y han abierto un mundo de posibilidades para la creatividad y la interactividad en el aula. Los recursos digitales han democratizado el acceso al conocimiento, permitiendo que l@s estudiantes exploren temas más allá de los confines del libro de texto tradicional y descubran una amplia variedad de perspectivas y culturas.
La tecnología también ha facilitado la personalización del aprendizaje. L@s docentes pueden adaptar los materiales y las actividades para satisfacer las necesidades y estilos de aprendizaje individuales de l@s estudiantes. Además, el aprendizaje en línea y las herramientas de evaluación permiten un seguimiento más detallado del progreso de cada estudiante, brindando retroalimentación más específica y relevante. Contradictoriamente, la desinversión en materia salarial y condiciones de trabajo docente, ha llevado a cifras impensables hace solo una década el número de estudiantes por docente, restándoles posibilidades reales al aprendizaje personalizado.
Sin embargo, sostenemos que toda estrategia de enseñanza personalizada debe estar sujeta o articulada con dinámicas de aprendizaje colectivo, porque al final todo proceso educativo es un proceso de intercambio social y de consolidación mediante la evidencia de su utilidad práctica.
No obstante, a pesar de estos avances, también enfrentamos desafíos importantes. Uno de ellos es la brecha digital. Si bien la tecnología ha ampliado el acceso a la educación, todavía existen comunidades desfavorecidas que carecen de los recursos y la conectividad necesaria para aprovechar plenamente los beneficios de la tecnología en el aula. Es fundamental garantizar que todos l@s estudiantes tengan igualdad de oportunidades para participar en el aprendizaje digital. Ello pasa por lograr colocar encima de cada pupitre escolar una computadora, dotar alas escuelas de internet de banda ancha y la construcción de plataformas de interacción virtual autónomas, nacionales, elaboradas con taxonomías no reproductivas.
Otro desafío es la dependencia excesiva de la tecnología. Si bien la tecnología puede ser una herramienta valiosa, no debe reemplazar la presencia y la interacción humana en el aula. L@s docentes deben encontrar un equilibrio entre el uso de la tecnología y las estrategias tradicionales de enseñanza, asegurándose de que el aprendizaje siga siendo significativo y contextualizado.
Además, surge la preocupación sobre el impacto de las tecnologías en el bienestar emocional y social de l@s estudiantes. El uso excesivo de dispositivos electrónicos puede tener efectos negativos en la salud mental de los jóvenes, como la ansiedad y la falta de sueño. Es esencial promover el uso responsable y equilibrado de la tecnología, fomentando el desarrollo de habilidades sociales y emocionales necesarias para interactuar efectivamente en la sociedad.
En este contexto, es crucial que l@s docentes sean formados y apoyados en su esfuerzo por integrar la tecnología de manera significativa en el aula. La formación continua, el acceso a recursos adecuados y el desarrollo de comunidades de aprendizaje son fundamentales para que los docentes puedan aprovechar plenamente el potencial de la tecnología en la educación.
Esto requiere enfoques y estrategias efectivas que les permitan adquirir las habilidades necesarias para integrar la tecnología de manera significativa en su práctica pedagógica. A continuación, se presentan algunos enfoques y estrategias:
Desarrollo profesional basado en las necesidades: La formación debe diseñarse a partir de las necesidades específicas de los docentes. Esto implica identificar las habilidades digitales que requieren y las áreas en las que desean mejorar. Al adaptar la actualización a las necesidades individuales de los docentes, se maximiza su motivación y compromiso con el proceso de aprendizaje.
Aprendizaje activo y práctico: Es importante proporcionar a los docentes oportunidades de aprendizaje práctico, donde puedan experimentar directamente con herramientas y tecnologías digitales. Esto puede incluir talleres prácticos, actividades de resolución de problemas y proyectos de implementación en el aula. El enfoque en el aprendizaje activo y práctico permite a los docentes adquirir habilidades mediante la práctica y la reflexión sobre su experiencia.
Aprendizaje entre pares y colaboración: Fomentar la colaboración entre docentes es una estrategia efectiva para la capacitación en competencias digitales. Esto puede incluir la formación de comunidades de práctica en las que los docentes compartan experiencias, ideas, recursos y mejores prácticas. El aprendizaje entre pares fomenta el intercambio de conocimientos y permite a los docentes aprender unos de otros.
Formación en servicio y seguimiento: La capacitación no debe ser un evento único, sino un proceso continuo. Es importante brindar oportunidades de formación en servicio que permitan a los docentes recibir apoyo y orientación a medida que aplican las habilidades digitales en su práctica pedagógica. Además, se deben proporcionar mecanismos de seguimiento y retroalimentación para evaluar el progreso y brindar oportunidades de mejora continua.
Uso de recursos en línea: Los recursos en línea, como cursos virtuales, tutoriales, videos y materiales educativos digitales, pueden ser herramientas valiosas para la capacitación en competencias digitales. Estos recursos permiten a los docentes aprender a su propio ritmo y acceder a contenido actualizado y relevante. Además, pueden ser utilizados como complemento de otras estrategias de capacitación.
Al utilizar estos enfoques y estrategias, se puede crear un entorno de aprendizaje efectivo que permite a l@s docentes adquirir las habilidades digitales necesarias para integrar la tecnología de manera efectiva en su práctica pedagógica. Es importante adaptar estas estrategias a las necesidades y contextos específicos de l@s docentes, considerando sus niveles de experiencia previa y las metas de aprendizaje establecidas.
La integración efectiva de la tecnología en la práctica pedagógica requiere el uso de mejores prácticas que maximicen los beneficios de la tecnología para mejorar el aprendizaje de l@s estudiantes. A continuación, se presentan algunas de estas prácticas:
Enfoque centrado en el aprendizaje: Colocar al estudiante en el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje es fundamental. La tecnología debe utilizarse para promover la participación activa de los estudiantes, fomentar la exploración y el descubrimiento, y permitir que los estudiantes sean constructores de su propio conocimiento.
Diseño de actividades y recursos digitales significativos: Estos deben estar cuidadosamente diseñados para promover el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad. Deben ser relevantes, auténticos y alineados con los objetivos de aprendizaje. Además, es importante utilizar una variedad de recursos digitales, como videos, simulaciones, juegos interactivos y aplicaciones educativas, para diversificar las experiencias de aprendizaje.
Personalización del aprendizaje: La tecnología ofrece oportunidades para adaptar el aprendizaje a las necesidades individuales de los estudiantes. Los docentes pueden utilizar herramientas y plataformas digitales que permitan la diferenciación y personalización del contenido, los ritmos de aprendizaje y las actividades según las habilidades, intereses y estilos de aprendizaje de los estudiantes.
Evaluación formativa y retroalimentación efectiva: La tecnología puede facilitar la evaluación formativa y la retroalimentación oportuna. Los docentes pueden utilizar herramientas digitales para realizar un seguimiento del progreso de los estudiantes, recopilar datos sobre su desempeño y proporcionar retroalimentación individualizada. Esto permite ajustar la instrucción y brindar apoyo adicional en tiempo real. Como se trata de un proceso de educación que trasciende lo escolar, el manejo de los datos debe ser abierto y autorizado por l@s estudiantes.
Colaboración y aprendizaje en línea: La tecnología permite la colaboración entre estudiantes y docentes más allá de los límites físicos del aula. Los docentes pueden utilizar plataformas y herramientas en línea para fomentar la colaboración, el intercambio de ideas y la creación conjunta de conocimiento. Además, se pueden aprovechar entornos virtuales de aprendizaje para facilitar el aprendizaje en línea, permitiendo la interacción y el acceso a recursos en cualquier momento y lugar.
Desarrollo profesional continuo: Los docentes deben recibir oportunidades de desarrollo profesional continuo en relación con el uso efectivo de la tecnología en la enseñanza. Esto implica la participación en talleres, cursos, conferencias y comunidades de práctica que promuevan el intercambio de experiencias y el aprendizaje colaborativo entre docentes.
Estas prácticas proporcionan un marco para integrar eficazmente la tecnología en la práctica pedagógica. Sin embargo, es importante adaptarlas a las necesidades y contextos específicos de l@s estudiantes y l@s docentes. La reflexión constante, la experimentación y la retroalimentación son claves para mejorar continuamente la integración de la tecnología en la enseñanza y el aprendizaje.
Al explorar la importancia de que l@s docentes adquieran habilidades digitales y cómo pueden ser capacitados de manera eficaz para integrar la tecnología en su práctica pedagógica, se han identificado los siguientes hallazgos:
La transformación digital en la educación es crucial en el contexto actual, donde la tecnología desempeña un papel cada vez más importante en nuestra vida cotidiana.
Los docentes que adquieren habilidades digitales pueden mejorar la enseñanza y el aprendizaje al personalizar la educación, fomentar la participación de los estudiantes y utilizar recursos digitales relevantes.
La adquisición de habilidades digitales por parte de los docentes fomenta la creatividad y la colaboración, habilidades esenciales para preparar a los estudiantes para el mundo actual y futuro.
La integración efectiva de la tecnología en la práctica pedagógica amplía el acceso a recursos educativos en línea, enriqueciendo así las experiencias de aprendizaje.
Sin embargo, existen desafíos comunes en la formación de docentes en habilidades digitales, como la resistencia al cambio, la falta de recursos y el acceso limitado a la tecnología.
En conclusión, los avances tecnológicos en el aula han abierto un mundo de posibilidades para mejorar el aprendizaje y la enseñanza. Sin embargo, también enfrentamos desafíos que requieren una atención cuidadosa. Es responsabilidad de todos los actores en el ámbito educativo trabajar juntos para garantizar que la tecnología se integre de manera efectiva, equitativa y responsable en el aula, brindando a los estudiantes una educación relevante y preparándolos para enfrentar los desafíos del futuro con confianza.
Bibliografías consultadas:
Bonilla, L.B. (2023): Nueva cruzada conservadora en las escuelas y universidades: el lápiz contra la inteligencia artificial
Narváez-Montoya, A. (2019). Comunicación educativa, educomunicación y educación mediática: Una propuesta de investigación y formación desde un enfoque culturalista. Palabra Clave, 22(3), 1-30. https://doi.org/10.5294/pacla.2019.22.3.11[ Links ]
Winocur, R. (2019). La tribu de los memes. Un territorio virtual de inclusión-exclusión entre los adolescentes. Comunicación y Sociedad, e7327, 1-22. https://doi.org/10.32870/cys.v2019i0.7327[ Links ]
[1] Comunicadora Social. Maestrante en la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (Caracas) y la Universidad de Quilmes (Buenos Aires). Militante feminista e integrante del colectivo “Aquelarre de las Insumisas”. Directora del Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación asociado al Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Integrante de la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE). Directora editorial del sitio web otrasvoceseneducacion.org Correo electrónico: mayorga.luz@gmail.com
(1)Imagen realizada con Inteligencia Artificial